A continuación se presenta una reseña del devenir histórico de la Imprenta Nacional de El Salvador:
EL BOLETÍN OFICIAL.- Órgano del gobierno Estado. Su primer ejemplar data del 20 de enero de 1841. Se publicó durante la administración de don Juan Lindo y en sus páginas se continúa la labor informativa de la Gaceta Oficial. Muchas crónicas valiosas, entre ellas, la referente a la fundación de la Universidad, se encuentran en este periódico.
GACETA OFICIAL DEL GOBIERNO DEL SALVADOR EN LA CONFEDERACIÓN CENTROAMERICANA.- Se editó bajo la administración del Coronel Joaquín Eufrasio Guzmán (9/marzo-16/ julio 1844; 25/ octubre 1844-16/febrero 1845; 14/abril-7/agosto 1845; 23/septiembre 1845-31/enero 1846). Y desde luego bajo los distintos periodos de Francisco Malespín. Su primer número tiene fecha 30 de abril de 1844.
Poco tiempo después modificó su nombre llamándose GACETA DEL GOBIERNO SUPREMO DEL SALVADOR.
GACETA DEL SALVADOR EN LA REPÚBLICA DE CENTRO AMÉRICA.- Tomó este nombre de la anterior Gaceta del Gobierno Supremo del Salvador. Reapareció el 20 de mayo de 1849.
Con la introducción de la nueva Imprenta que se llamó “del Triunfo”, noviembre de 1850, se le cambió formato a la publicación y se denominó simplemente Gaceta (tomo II, No. 89 de noviembre de 1850), nombre que conservó hasta 1874.
LA GACETA.- Reapareció poco después del terremoto de San Salvador en la ciudad de Cojutepeque, sustituyendo al Boletín Extraordinario del Gobierno del Salvador (a fines de 1854).
La Gaceta, en el año de 1861, agregó a su nominación la palabra “Oficial”, con la que editó hasta el año 1863, en que adoptó el nombre de “El Constitucional”.
El Faro del Salvador.- Se fundó en 1864, durante la sexta administración del Dr. Francisco Dueñas (26/octubre 1863-31/enero 1865), bajo la dirección del Lic. Pablo Buitrago de nacionalidad nicaragüense. Aunque no se publicó como “Diario Oficial”, en la práctica lo era.
El Constitucional.- Apareció en 1864. Substituyó a la Gaceta Oficial, fundado durante el gobierno del Dr. Francisco Dueñas, se deshizo en ditirambos hacia el cabecilla de las corrientes conservadoras en El Salvador.
El 31 de diciembre de 1875, El Constitucional cambió su nombre por el de Diario Oficial, con el que se conoce hasta hoy.
El Boletín Oficial.- Apareció el año de 1871, durante la primera gestión administración del Mariscal Santiago González (15/abril 1871-31/enero 1872), sustituyendo en parte al Diario Oficial El Constitucional que, aunque desapareció hasta 1875, no siempre circuló con regularidad.
En 1875 fue suprimido El Constitucional, órgano oficioso al servicio del Dr. Francisco Dueñas, repudiado por el Pueblo Salvadoreño y en su lugar se creó El Boletín Oficial, y final y definitivamente el DIARIO OFICIAL.
La nota editorial del número primero consignó sus propósitos de esta manera: un cambio muy notable se ha introducido en la publicación del órgano de la prensa del Gobierno. De hoy en adelante, su periodicidad será más frecuente: en vez de ser semanal, será diaria, circunstancia que implica un adelanto positivo en la marcha de la Administración Pública.
El Diario Oficial insertaba los avisos del Gobierno: acuerdos, listas de aforos, presupuesto público, etc., además presentaba una síntesis de lo que había ocurrido en la semana, condensando los acontecimientos de mayor importancia, con una breve crítica al respecto.
El Diario Oficial en la actualidad publica los Decretos Legislativos, los Acuerdos del Poder Ejecutivo y las providencias estrictamente oficiales.
Han sido Directores del periódico, desde 1933, los intelectuales: Arístides R. Salazar (17/abril 1933-27/octubre de 1936), Arturo Romero Castro (del 28/ octubre 1936 al 14/ marzo 1938), Gustavo Alvarado (15/marzo 1938 al 21/ noviembre 1944), Ricardo Augusto Lima (del 22/noviembre de 1944 al 14/julio 1948), Gustavo Alvarado (15/julio 1948 al 18/febrero 1949), Luis Rivas Cerros (19/ febrero 1949 al 21/enero 1957), José Edgardo Salgado (8/febrero 1957 al 8/diciembre 1960), Rufino Castillo (9/ diciembre 1960 al 15/febrero 1961), Juan Ramón Rosales y Rosales (7/febrero 19961 al 10/agosto 1964), Ricardo Martel Caminos (11/ julio 1964 al 30/marzo 1973), Francisco Martínez Zelaya (1/abril 1973 al 4/ diciembre 1979), José René Sánchez Rico (del 5 al 19 de diciembre de 1979), Dr. Luis Abraham Mendoza López (del 20/diciembre 1979 al 5/marzo 1980), Manuel Héctor Pérez Hernández (del 6/ marzo 1980 al 31/diciembre 1982), Alonso Mira (del 6 enero 1983 al 30/marzo 1987) y José Oscar Briceño (del 1º de septiembre de 1987 al 31 de octubre de 1989).
Antes de 1933 no se señalaba el nombre de los directores y administradores. Fue la Ley de Imprenta publicada en el mismo Diario Oficial No. 77, tomo 114, del 1º de abril de ese año la que obligó a tal requisito, en su art. 11.
El Diario Oficial es fuente obligada para quien estudie el proceso político Administrativo de El Salvador. Ya que en sus páginas se publican todos los nombramientos de la Administración Pública, la creación de nuevos organismos del Estado, las leyes de toda naturaleza, el registro de patentes y marcas de fábrica, colecciones incompletas se encuentran en la Biblioteca Nacional y en el Museo Nacional David J. Guzmán.
Fue dotado con Reglamento Interno desde 1941, al aparecer en la primera ley de Salarios con Capítulo aparte (segregado de la Imprenta Nacional), con asignaciones especiales en la Ley de Presupuesto Fiscal; la que prevaleció hasta 1973, ya que por la Reforma Administrativa llevada a efecto por el Ministerio del Interior y por Decreto Legislativo No. 509 de 21 de diciembre de 1973 y publicado en el Diario Oficial No. 239, tomo 241 de la misma fecha, pasó a formar parte de la Imprenta Nacional, como un Departamento, conservando el título de la Jefatura como Dirección del Diario Oficial.
En el año 1953, por medio de Decreto Ejecutivo No. 45, Diario Oficial No. 152, tomo 160, correspondiente al 24 de agosto del mismo año; se Decreta el Reglamento y Tarifa, del Diario Oficial, el cual es reformado por Decreto Ejecutivo No. 73, Diario Oficial No. 231 de fecha 18 de diciembre de 1953.
1683 EL PUNTERO, libro escrito por Juan de Dios del Cid, para lo cual constituyó una prensa, grabó tipos móviles en madera (sueltos), fue así como salió en El Salvador el primer libro impreso y encuadernado por Juan de Dios del Cid, llamado el Gutenberg de América.
1854 En el Gobierno del Capitán General Gerardo Barrios, fue nombrado Director de la Imprenta Nacional, don José Roberto Rodríguez.
1856 Don Gregorio Arévalo, decano de los tipógrafos salvadoreños es nombrado Director de la Imprenta Nacional, por el Gobierno del General Gerardo Barrios.
1865 El General Rafael Carrera al frente de un poderoso ejército guatemalteco, invade a El Salvador, pocos días después de intensos combates con el enemigo, la capital es sitiada, Don Domingo Granados, había sido nombrado Director de la Imprenta Nacional por el Gobierno del Capitán General Gerardo Barrios, deja el puesto, empuña el rifle y marcha al frente de un escuadrón de tipógrafos y se sitúan en las trincheras que estaban construidas en la después famosa Cuesta del Palo Verde, la cual, a pesar de que ese suceso tiene ya más de un siglo, aún se le recuerda con ese mismo nombre.
1884 En este año la Imprenta Nacional fue vendida a los hermanos Sagrini, Luis Sagrini estuvo al frente de la Imprenta como gerente.
1885 El Gral. Francisco Menéndez, depone al Dr. Rafal Zaldívar y les quita la Imprenta a los hermanos Sagrini. Después de un largo litigio diplomático entre los Gobiernos de El Salvador y el de Italia, los hermanos Sagrini son recompensados con la cantidad de 300.000 pesos.
1889 La Imprenta Nacional estaba instalada en esa fecha en la Calle La Aurora No. 9 en el edificio que hoy ocupa la Sociedad Confederada de Obreros de El Salvador.
1885-1930 Los Directores que ha tenido la Imprenta Nacional más de cuarenta años desde 1885-1930, han sido Don Domingo Granados, Francisco Mirón, Carlos G. Zeledón, Coronel Santiago Carrillo, Gerónimo Cerros, Leoncio Brito, Próspero Calderón, Carlos Párraga, Nicolás Sosa Villafuerte, Leoncio Brito (2ª vez), Francisco Funes.
1931 Don Abel Ciudad Real, apreciado tipógrafo por todos los que trabajan en las Artes Gráficas, desempeñó el cargo de Director de la Imprenta Nacional, durante la Presidencia del Ingeniero Arturo Araujo.
1932 Es nombrado Director de la Imprenta Nacional el Coronel Juan F. Merino Rosales, por el nuevo Gobierno que preside el General Maximiliano Hernández Martínez.
1932 El Gobierno del General Maximiliano H. Martínez, nombra Director de la Imprenta Nacional al Mayor Don Alfredo Parada en lugar del Coronel Juan F. Merino. El Mayor Alfredo Parada antes de ser nombrado Director de la Imprenta Nacional, desempeñó el puesto de Director del Diario La República.
1944 Es nombrado Director de la Imprenta Nacional el periodista, Teniente don Gustavo Alvarado por el Gobierno del General Hernández Martínez.
1944 Entrega la Presidencia el General Hernández Martínez al General Andrés Ignacio Menéndez. El Nuevo Gobierno del General Menéndez, nombra Director de la Imprenta Nacional a don Nicolás Cabezas Duarte.
1944 Llega a la Presidencia el Coronel Osmín Aguirre y Salinas y nombra Director de la Imprenta Nacional al Teniente Gustavo Alvarado, escritor y poeta. Antes había desempeñado el cargo de redactor de La Prensa, hoy Prensa Gráfica.
1945 Al Teniente don Gustavo Alvarado les es refrendado el nombramiento de Director de la Imprenta Nacional por el nuevo Gobierno del General Salvador Castaneda Castro.
1947 Por Acuerdo del Gobierno del General Salvador Castaneda Castro, fue nombrado Director de la Imprenta Nacional el Sr. Teniente Coronel don Eugenio C. Palma Rodríguez, quien inició las gestiones ante las Suprema Autoridades para que nos concedieran vacaciones con goce de sueldo y jubilaciones.
1948 Por Acuerdo del Gobierno del General Salvador Castaneda Castro se nombra Director de la Imprenta Nacional al General Pedro Hernández Arteaga, escritor y autor de varios libros.
1948 El Consejo de Gobierno Revolucionario, designa Director de la Imprenta Nacional al Teniente Gustavo Alvarado.
1950 Por su reconocida labor emprendida durante el desempeño de las funciones como Director de la Imprenta Nacional, recibe nuevamente el nombramiento de Director de la Institución, Tte. Don Gustavo Alvarado, “fue para nosotros una época grandiosa, al lograr ante las Suprema Autoridades, el derecho a gozar las vacaciones con goce de sueldo y jubilaciones” anónimo.
1953 El Gobierno del Coronel Oscar Osorio, nombra Director de la Imprenta Nacional al Sr. don Ricardo Qüetglas, técnico prensista.
1961 Durante la Administración del Directorio Militar fue nombrado Director de la Imprenta Nacional el conocido escritor, Teniente don Joaquín Meléndez.
1962 Don Félix Acosta, destacado prensista, fue designado por el Gobierno del Coronel Julio Adalberto Rivera, Director de la Imprenta Nacional.
1964 Dr. Infieri don Juan Ramón Rosales y Rosales, periodista, orador y escritor, ex-Director del Diario El Independiente, ex-Director del Diario Oficial, Desempeñó el importante puesto de Director de la Imprenta Nacional durante tres gobiernos: Coronel Julio Adalberto Rivera, General Fidel Sánchez Hernández y parte de la Administración del Coronel Arturo Armando Molina.
1972 El escritor don Ricardo Martel Caminos, es nombrado Director de la Imprenta Nacional, cargo que le fue conferido por el Gobierno del Coronel Arturo Armando Molina.
1979 Es nombrado Director de la Imprenta Nacional, el Sr. José René Sánchez Rico, cargo que desempeño hasta 1987.
1987 Don Alonso Mira, fue nombrado Director de la Imprenta Nacional en el Gobierno del Ingeniero José Napoleón Duarte.
1989 Don Lud Dreikorn López, fue designado por el Gobierno del Lic. Alfredo Félix Cristiani, Director de la Imprenta Nacional, cargo que desempeñó hasta el año 2001.
2002 Licenciado René Orlando Santamaría, fue designado por el Gobierno del presidente Francisco Flores, Director de la Imprenta Nacional, cargo que desempeñó hasta el año 2006.
2006 Licenciado Hugo Mario Córdova, fue designado por el Gobierno del señor Elías Antonio Saca, Director de la Imprenta Nacional, cargo que desempeñó por nueve meses.
2007 A partir de marzo de 2007, el licenciado Luis Ernesto Flores, fue designado, Director de la Imprenta Nacional, cargo que desempeñó hasta enero de 2012.
2012 A partir de febrero de 2012, el Ing. Edgar Antonio Mendoza Castro, fue designado Director de la Imprenta Nacional, cargo que desempeñó hasta abril de 2017.
2017 A partir de abril de 2017, Karime Elias Abrego, fue designada Director General Interno Ad Honorem de la Imprenta Nacional, cargo que desempeñó hasta julio de 2017.
2017 A partir de julio de 2017, Tito Antonio Bazan Velásquez, fue designado Director General de la Imprenta Nacional, cargo que desempeñó hasta junio de 2019.
2019 A partir de julio de 2019, Víctor Manuel Portillo Ruíz, fue designado Director General de la Imprenta Nacional, cargo que desempeñó hasta diciembre 2021.
2022 A partir de Enero hasta Junio 2022, Felipe Andrés Choto Matus, fue designado como Director General Interino Ad Honorem de la Imprenta Nacional, cargo que desempeño hasta mediados de Julio 2022.
2022 A partir de Julio, se otorga el puesto de Directora General de la Imprenta Nacional a Licda. Nilda Verónica Menéndez Gil. Cargo que ocupa hasta la fecha.
La Imprenta Nacional dentro del engranaje administrativo tiene relevante ubicación. Proporciona sus servicios a toda la Administración Pública, incluyendo Instituciones Oficiales Autónomas, Semiautónomas, Municipales y a personas o entidades que por la finalidad o riqueza del contenido de sus trabajos merecen sean publicados.
En este aspecto la función que cumple es desde todo punto de vista importante, no sólo para el gobierno en sí, sino para el pueblo salvadoreño en general, que por medio de estas publicaciones tiene la oportunidad de conocer todo el hacer de su gobierno a través de sus distintos organismos.
De mayor y primordial servicio es el que presta en la impresión del Diario Oficial, con un tiraje de 2.400 ejemplares por número, ya que por mandato de autoridad es el medio donde se publican todas las Resoluciones, Decretos, Acuerdos, Reglamentos, Estatutos y demás actos que forman nuestro ordenamiento jurídico.
Escribir sobre la Imprenta Nacional, es hablar sobre la historia de nuestra patria, en ella se enmarca el quehacer y sentir de sus hijos.
El personal de Empleados y Operarios a través del tiempo y según las diferentes épocas que han vivido ha sabido consolidar esfuerzos y conocimientos en la búsqueda del perfeccionamiento de las Artes Tipográficas.
Retrocedemos el tiempo y creemos ver qué era la Imprenta Nacional en el aspecto técnico tipográfico y la maquinaria de principios del siglo.
Todo el texto era levantado en tipo suelto y de las manos de estos artesanos salían prodigios tipográficos ya armados; su impresión se hacía por medio de prensas de impresión manual, ya que habían personas encargadas exclusivamente para esa labor, posteriormente y a medida que los adelantos técnicos avanzaban surgieron en nuestra Imprenta las máquinas de impresión movidas a vapor.
Se contaban además con diferentes clases de tipos sueltos, para una mejor composición tipográfica.
El tiempo avanza y nuevos inventos evolucionan la Imprenta, y así tenemos que bajo la Administración del Presidente Dr. Alfonso Quiñónez Molina, se adquieren cinco máquinas de linotipos, que le dan más rapidez al levantado de originales y consecuentemente la producción aumenta favorablemente, ya que la mayor parte del trabajo es elaborado por este maravilloso invento que es el linotipo.
No todo invento es aceptado de inmediato, ya que su sistema moderno para esa época, venía a desplazar en parte a los tipógrafos cajistas, por lo que surgieron protestas y movimientos encaminados a solicitar la prohibición de introducción al país de linotipos o similares y a petición de la “Alianza Tipográfica”, la Asamblea Nacional Legislativa de la República de El Salvador, prohíbe con fecha once de mayo de mil novecientos treinta y uno y a partir del día de su publicación, la introducción al país de máquinas de linotipos o similares, por un tiempo de cinco años.
Es hacer notar que tal medida si bien es cierto era de aspecto humanitario, también estancaba en parte el desarrollo de la Imprenta.
Ya en 1949 la Imprenta Nacional contaba con once linotipos, sacapruebas, guillotinas manuales, estampadoras manuales, taladradoras y otros implementos que hacían más productivo el rendimiento.
A partir de esa fecha y paulatinamente la Imprenta Nacional ha sido beneficiada en provecho del país, con maquinaria avanzada; en la actualidad cuenta con: 14 linotipos, 3 fundidoras Ludlow, 4 sierras cepillos, 1 Elrod, 4 saca-pruebas, 1 horno eléctrico p/metal linotipo, 14 guillotinas, cortadoras o cizallas, 1 equipo p/manufacturac. de grabados, 2 cámaras de reproducción, 3 prensas neumáticas o quemadores de plantas, 1 prensa copiadora manual, 2 ampliadores, 2 freesadoras o grabadora p/fotograb., 1 prensa de impresión miehle, 1 prensa de impresión planeta, 1 prensa de impresión babcook, 12 prensas de impresión chandler, 3 prensas de impresión heidelberg offset, 15 prensas de impresión heidelberg, 2 prensas de impresión nebiolo, 1 realzadora de impresión virkotype, 2 máquinas de pulverizar weco, 1 afiladora de cuchillas, 40 numeradoras tipográficas, 4 estampadoras, 4 perforadoras, 4 dobladoras o plegadoras, 3 engrapadoras, o cosedoras, 6 prensas satinadoras, 3 componedoras eléctricas, 2 perforadoras de teclado, 1 máquina fotocomponedora, 3 terminales compugraphic. Contando además con diferentes clases de tipos de impresión así como el mobiliario.
Todos los valores de los Bienes Físicos Inventariados, están controlados por la Corte de Cuentas de la República.
Estos son controlados a través de Inventarios Parciales por cada sección de la Imprenta Nacional y sus datos son actualizados, habiendo personal responsable encargado de esta labor específica.
La función de cada sección está determinada de acuerdo a su especialidad, según los Sub-programas: Servicios Administrativos, Administración General, Diario Oficial, Diseño Gráfico y Producción.
Desde sus inicios (conocidos por datos tomados de diferentes medios escritos a la actualidad, la Imprenta Nacional ha sabido responder a los caros y altos apostolados de las artes tipográficas, pero no podía ser de otra manera que solidarizándonos con el pensar positivo y la acción removedora de las funciones que han llegado y partido de nuestra Imprenta.
Los empleados tipográficos de la Imprenta Nacional, nos sentimos orgullosos de serlo, de prestar nuestros servicios en este ramo y si posible fuere ofrendar nuestras vidas ante el altar de la patria, como ya lo hemos demostrado.
Durante la guerra con el país vecino de Honduras en 1969, el personal de empleados y operarios se ofreció, para desempeñar las armas en beneficio de los intereses de la patria.
En esa época era Director de la Imprenta Nacional el Dr. Juán Ramón Rosales y Rosales, quien dirigió una lista de tipógrafos y empleados de todas las edades, al Estado Mayor de la Fuerza Armada, por ser técnicos en labores específicas, no fuimos llamados a formar filas del ejército.
No obstante lo anterior, fueron al frente de batalla tres compañeros tipógrafos sirviendo en las armas de artillería, infantería y paracaidismo.
Toda empresa sigue su marcha y la Imprenta Nacional ha marchado sino a la par de la tecnología, hemos seguido de cerca sus pasos, es así que estando en funciones el Sr. Ministro del Interior, Coronel don Juan Antonio Martínez Varela en el año de 1973-74, hubieron estudios técnicos y se implantó la reforma administrativa, nombrándose para nuestra Imprenta, dos nuevos cargos; Jefe de Departamento Administrativo y Jefe del Departamento de Producción, con la sana idea de actualizar métodos y sistema de trabajo, las cuales en parte han dado sus frutos.
Resultado en esta Reforma Administrativa es la fusión de la Imprenta Nacional con el Diario Oficial.
También los tipógrafos hemos gozado de organismos que en medida han reglamentado nuestras funciones y nos han dotado de leyes que nos dan seguridad y estabilidad en nuestros empleos, algunas de carácter social, pero siempre encaminadas en buscar nuestro bienestar y progreso, tales como; Reglamento Interno de la Imprenta Nacional; Ley de Asuetos, Vacaciones y Licencias de los Empleados Públicos; Ley del Empleado Público; Ley de Servicio Civil; INPEP; Asociaciones como AGEPYM.
Por Decreto No. 173 de fecha 22 de junio de 1949 del Concejo de Gobierno Revolucionario de la República de El Salvador, se instituyó premios oficiales a los empleados y operarios, que por su meritoria labor hayan hecho acreedores consistentes en: dinero en efectivo, diploma y medalla, los cuales se distribuirán conforme lo establezca el Reglamento que ha efecto se emita. ( publicación en Diario Oficial No. 137, tomo 146 del 23 de junio de 1949).
Por decreto No. 174 del mismo concejo de Gobierno Revolucionario, se adiciona al Art. V-63 Bis, Imprenta Nacional, título III Ramo de Gobernación, en donde se establece de donde se tomaron los fondos para los premios establecidos.
Por Decreto No. 36 de fecha 3 de junio de 1950 y publicado el 6 de junio de 1950, No. 122, tomo 148, se decreta el Reglamento para la adjudicación de premios a empleados y operarios de la Imprenta Nacional.
Dichos premios consisten: 1º) Gran Premio “Juan G. Gutenberg”, consistente en medalla de oro y $285.71; 2º) Premio “Virtud y Trabajo”, consistente en Diploma, Medalla de Plata y $171.43; 3º) Premio “Estímulo”, consistente en Diploma, Medalla de Plata y $148.57 y 4º) “Diploma de Honor”, consistente en Diploma y $114.28.